IDENTIDAD Y FUNDAMENTOS REPLIEH

IDENTIDAD Y FUNDAMENTOS REPLIEH

“Pero entre ustedes no debe ser así”

Introducción

Un grupo de pastores y líderes evangélicos de diferente trasfondo denominacional y de diferentes regiones del país nos reunimos en octubre del 2019 en Siguatepeque, Comayagua. En esa reunión se acordó constituir la REPLIEH (Red de Pastores y Líderes Evangélicos de Honduras) con carácter de un movimiento o red.

Los pastores, líderes y profesionales provenientes de diferentes iglesias locales, denominaciones, ONGs cristianas y otros ministerios, participamos a nivel personal sin representar oficialmente a ninguna organización.

Consideramos que nuestro país está viviendo una situación delicada en cuanto a la erosión de los valores, la corrupción evidente, la división y las condiciones de pobreza y violencia en grados intolerables. Eso requiere de una respuesta cristiana coherente con las Escrituras.

En esta época, somos testigos de una injerencia en la política gubernamental por parte de directivos de organizaciones que formalmente representan al sector evangélico, como es el caso de la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH). Debe saberse que en la realidad, esta representación se encuentra lejos del sentir y práctica de un gran conglomerado de iglesias y organizaciones cristianas. Por lo tanto, no la reconocemos como un vocero calificado del pueblo evangélico de Honduras.

Quiénes somos

Somos creyentes en Cristo preocupados por vivir nuestra fe de una manera auténtica, sin religiosidad, pero con integridad. Lo anterior deberá llevar a prácticas de incidencia cristiana a nivel familiar, social y política desde una perspectiva enraizada en los principios bíblicos, la oración y la búsqueda constante del Reino de Dios y su Justicia.

REPLIEH considera que debe replantearse la representación del sector evangélico ante los sectores gubernamentales. Cualquier representatividad debería ser restringida a los asuntos legales pertinentes de las iglesias y ONGs cristianas, permisos para grupos de apoyo multidisciplinario del exterior y el reconocimiento de entidades educativas, de salud, de incidencia comunitaria y otros.

No consideramos prudente, adecuado ni constitucional la participación de pastores en instancias públicas, dicha participación debería ser una responsabilidad de creyentes que por vocación se encuentran en esas áreas. Debe entenderse urgentemente, que no es lo mismo “cristianos en la política” que “Iglesias en la política.”

Lo anterior no debe privar a la iglesia de hacer incidencia en las áreas sociales y política, pero desde la perspectiva del reino de Dios y su justicia y no con un compromiso partidario sectario, ni erigiéndose como defensor del gobierno de turno. Ante la tentación del poder Jesús dijo a sus discípulos: 
“pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor” (Marcos: 10:43-45 NVI).

1. Resumen histórico de la relación entre el estado y la iglesia (u otras religiones)

En la era antigua, los diferentes países paganos tenían diversos dioses, pero imponían cierta religión predominante. Solo el pueblo de Israel se caracterizó por adorar –oficialmente- a un solo Dios: Yahvé. Al surgir la iglesia, le tocó vivir en países donde a veces fueron tratados con tolerancia, pero muchas veces con hostilidad, persecución y muerte.

Esa realidad de persecución duró aproximadamente tres siglos, hasta que el imperio romano bajo el Emperador Constantino adoptó el cristianismo como sustituto del paganismo oficial romano y como religión oficial. Hasta el día de hoy, se debate si Constantino tuvo una real experiencia de fe o fue un astuto político que visualizó el crecimiento exponencial del número de cristianos en el imperio romano.

Lo real es que el imperio absorbió a la iglesia y le dio privilegios que nunca había soñado tener. Eso creó jerarquías y una organización eclesial que imitaba al imperio. Por esta razón se ha utilizado el término “Constantinismo” cuando una estructura eclesiástica es absorbida por el gobierno. En la edad media, los estados europeos unieron la iglesia con el estado bajo la iglesia católica y no había tolerancia para otras creencias. De ahí surgieron organismos de control tales como la inquisición.

Al producirse el movimiento de la Reforma hubo cierta renovación e influencia positiva para las estructuras sociales y políticas, pero se preservó la unión de iglesia y estado y lamentablemente se desarrolló intolerancia hacia otras creencias, con acciones que se podían comparar con la inquisición. Gradualmente los gobiernos de Europa asumieron una religión oficial, por ejemplo, España y Portugal la católica, mientras que Holanda y Alemania adoptaron la protestante.

2. Separación de iglesia y estado (estado laico)

Vivimos en un mundo plural, lo que significa que en la mayoría de los países del mundo conviven diferentes creencias y prácticas religiosas. Hay países con muchas creencias (ejemplo India) o países muy homogéneos (por ejemplo Arabia Saudita). A partir de la revolución francesa, se produjeron procesos graduales que y desde el siglo pasado creció la tendencia de crear los estados laicos.

De acuerdo a la Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014):  El término estado laico se utiliza para denominar al Estado (y por extensión a una nación o país) que funciona independiente de cualquier organización o confesión religiosa o de toda religión. Eso significa que las autoridades políticas no manifiestan su adhesión pública a ninguna religión determinada y en el cual las creencias religiosas supuestamente no influyen en la política nacional.

Honduras dejó de ser un estado confesional en 1880 y fue la primera Constitución en la que la iglesia católica ya no se consideró como la religión oficial del Estado, al menos nominalmente. Además, se estableció la prohibición a los ministros religiosos ejercer cargos públicos.

En la última Constitución (1982), el Artículo 77 establece: “Los ministros de las diversas religiones, no podrán ejercer cargos públicos ni hacer ningún tipo de propaganda política,

invocando motivos de religión o valiéndose, como medio para tal fin, de las creencias religiosas del pueblo.”

La doctrina de separación de la iglesia y el Estado es la base de la incorporación práctica de la libertad religiosa en un país democrático. La separación de la iglesia del estado supone que el estado no debe involucrarse en los asuntos de las iglesias. De la misma manera, las iglesias no deben aprovecharse del estado con fines proselitistas ni para obtener prebendas económicas o privilegios que otros sectores de la sociedad no tienen.

3. Libertad de Culto

Una variante del estado laico que practican la mayoría de los países, es el Estado aconfesional, el cual no reconoce como oficial a una religión específica pero les reconoce relevancia a las expresiones religiosas de su pueblo, como parte de su cultura. Por ello, las fomenta y puede tener acuerdos (colaborativos o de ayuda económica) con las instituciones religiosas presentes en su territorio, especialmente las mayoritarias. Como se puede deducir, el hecho que un estado sea laico no significa que sea ateo, sino que busca promover la libertad de cultos.

La libertad de culto o libertad religiosa es un derecho humano y por eso se encuentra consignado en la Declaración de los Derechos de las Naciones Unidas en el Artículo 18:

Toda persona tiene el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

4. Ética y práctica cristiana a nivel socio-político con fundamentos bíblicos

Los cristianos evangélicos somos parte de un estado e integramos diferentes tipos de estructuras sociales, comenzando por la familia, además de otras organizaciones incluida la iglesia. Nuestra identidad cristiana es permanente en cualquiera de los espacios que ocupemos, hogar, escuela, trabajo, empresa, sindicato, organización gremial, actividad profesional etc. Esto rompe la tradicional división entre los “secular” y lo “sagrado”.

A la iglesia le corresponde integrar la dimensión eterna con la temporal. Reafirmar la importancia y urgencia de comunicar las buenas noticias (Evangelio) en palabra, conducta y obra. A través de la Biblia encontramos referencias a un Dios que da vida plena y se interesa por los vulnerables, abandonados y despreciados: huérfanos, viudas, pobres, migrantes (extranjeros), enfermos, niños y otros.

Consideramos que necesitamos revisar nuestra ética, porque por muchos años, se redujo a no fumar, no ir al cine, no beber licor, no bailar, no participar en política y a veces hasta en deportes. Sin duda hay que revisar nuestra ética que cosas tienen raíces bíblicas y cuales son culturales y tradicionales.

El mundo que nos toca vivir hoy nos plantea retos como la corrupción, el tráfico de drogas y personas, la prostitución la pederastia, el abuso sexual, la violencia doméstica, la extorsión, la avaricia, depredación del medio ambiente y tantas otras, ante las cuales muchas veces pasamos de largo como aquellos religiosos que vieron al hombre asaltado y malherido en el camino.

Necesitamos tomar conciencia que nuestra pasión en contra del aborto, debe extenderse con la misma intensidad a los millones de niños abandonados, abusados y vendidos. Que nuestro escándalo hacia la delincuencia común y las pandillas callejeras nos lleven al escándalo de la delincuencia y las pandillas en las altas esferas.

Al ver a una mujer prostituida poder visualizarla con los ojos de Jesús como una posible niña abusada, maltratada, negociada y esclavizada. Al ver un marero, verlo con los ojos del Maestro como niños sin hogar, abusados, violentados, hambrientos y descuidados por la sociedad. Necesitamos tomar conciencia que no luchamos contra carne ni sangre sino contra potestades y principados de maldad.

Hemos sido enviados al mundo sin ser del mundo, pero con la promesa de la compañía permanente de Jesús en la buenas y en las malas. Y necesitamos usar una estrategia y un “armamento” diferente al del sistema de maldad. Debemos retomar las disciplinas espirituales de la oración, las Escrituras, las buenas obras y una vida creativa.

Interesantemente la primera iglesia de Jerusalén no hizo grandes esfuerzos evangelísticos, pero vivió su fe con la llenura del Espíritu Santo, compartiendo la Palabra, la oración, compartiendo sus bienes y tratando que no hubiera necesitados entre ellos y ¡sorprendentemente! El Señor añadía a los que habían de ser salvos: ¿10? ¿20?; ¡No! ¡eran miles!... que evangelismo tan explosivo y original. 

Necesitamos tomar muy en serio el mandato de Jesús a hacer discípulos (discipulado y seguimiento de Jesús)

Para transformar y trastornar al mundo necesitamos crecer en nuestra fe, necesitamos modelar esa fe y necesitamos expandir esa fe en el poder del Espíritu Santo.

Debemos confesar que dentro de nuestras iglesias existe el “abuso espiritual” a través de manipulaciones y conductas contrarias a los principios bíblicos. Necesitamos, como Nehemías, confesar nuestros pecados, escuchar la Palabra de Dios, interceder y levantarnos para reedificar.

5. Adherencia a los principios de la reforma

a) Sola Scriptura (Sólo la Escritura o sólo por medio de la Escritura): Este principio reconoce la Biblia como la máxima y única referente o regla de fe y conducta para el creyente en Jesucristo (2 Timoteo 3:16).

b) Sola Gratia (Sólo por gracia): Según este principio la salvación es solamente por la gracia de Dios. Las personas no pueden colaborar en ninguna forma con su salvación (Efesios 2:8-9).

c)  Sola Fide: (Sólo por la fe) Esta afirmación se refiere a que la salvación, en especial la justificación, es obtenida solamente por la Fe en Jesús y no por esfuerzos morales (Romanos 1: 16-17).

d) Solo Christus (Sólo Cristo) Este principio dice que Cristo es el único intermediario entre Dios y los hombres (Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:5, Hebreos 8:6), quien con su sacrificio en la cruz rescató para sí gente de todo pueblo y nación y que hoy intercede por su pueblo ante el padre.

e) Soli Deo Gloria: (La Gloria es solo para Dios); Este principio dice que toda la gloria de la obra de salvación y todo lo que hacemos y decimos es solo para Dios (1 Corintios 10:31)

6. La reforma debe ser permanente

Posterior al movimiento reformado surgió la denominada reforma radical de donde surgieron las iglesias denominadas libres, las cuales estaban desvinculadas del estado y planteaban un modelo más discipular y vinculación con los sectores más pobres de la sociedad. Las denominaciones libres que seguían ese modelo y algunas en su momento sufrieron persecución.

No se sabe exactamente cuándo se acuñó otro principio: Ecclesia reformada semper reformanda (la iglesia reformada siempre reformándose). Esta afirmación era una contraposición al principio católico romano: Roma Semper Roma (Roma será siempre Roma). Posteriormente, y como para darle más consistencia se agregó “Semper reformanda secundum verbus Dei” lo que significa “siempre reformándose conforme a la Palabra de Dios”.

El apóstol Pablo exhortaba a los romanos:
“Por tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego a cada uno de ustedes en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al siglo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2 NVI).

La reforma, o transformación es un proceso continuo en la búsqueda de una relación cercana y genuina –no ritual-con Dios, por eso nos insta a un culto no de apariencia sino encarnado, lo que constituye la entrega de lo que somos y no solo una parte. Al Señor no le agrada el ritual vacío y en medio de acciones que contradicen esa práctica por eso el profeta Isaías clamaba de parte del Altísimo:

¿Acaso el ayuno que he escogido

    es solo un día para que el hombre se mortifique?

¿Y solo para que incline la cabeza como un junco,

    haga duelo y se cubra de ceniza?

¿A eso llaman ustedes día de ayuno

    y el día aceptable al Señor?

6»El ayuno que he escogido,

    ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia

    y desatar las correas del yugo,

poner en libertad a los oprimidos

    y romper toda atadura?

 ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento

    y dar refugio a los pobres sin techo,

vestir al desnudo

    y no dejar de lado a tus semejantes?

Isaías 58:5-7 (NVI)

La reforma permanente requiere discípulos que prediquen y vivan evangelio encarnado, que acompaña al necesitado, que transforma vidas, que muestra compasión y refleja la luz de Cristo.

7. Signos del reino e instrumentos en la misión de Dios

Jesús nos instó a dar prioridad al reino de justicia (“busquen”). En las Escrituras encontramos abundantes referencias a la diligencia productiva, la creatividad, el respeto por el medio ambiente como creación de Dios, el perdón de ofensas, la condonación de deudas, el respeto, la solidaridad, el lugar preferencial de los niños, la equidad entre hombre y mujer, la conducta en los negocios, la integridad en el ejercicio de autoridad, las características de un líder, el temor a Dios, el amor a la verdad y el aborrecimiento de ganancias mal habidas (Éxodo 18:21).

En la Biblia hay llamados de atención a los jueces a no torcer la justicia ni a favor del rico ni del pobre, y a no caer en la corrupción. Encontramos reprensión para los guardias a no pedir sobornos y a vivir con su salario.

De ahí que, desde el triunfo de Cristo en la cruz, el pueblo de Dios vive como un signo del reino de Dios (semilla, levadura) con un estilo sencillo y que no usa de los mismos recursos que usa el príncipe de este siglo y el sistema que nos rige.

Estamos conscientes que este es el “ya” del reino de Dios hasta el “todavía no” cuando Cristo vuelva a consumar su Reino. Jesús envió a sus seguidores a ser testigos y a hacer discípulos, con la promesa de su compañía a través del Espíritu Santo.

El reconocido teólogo inglés John Stott resumió la misión cristiana (misión integral o misión de Dios) en dos mandatos de Jesús: La gran Comisión (Mateo 28: 19-20) y el gran mandamiento (Marcos 12:28-34).

Es interesante tomar en cuenta algunas observaciones del educador brasileño Paulo Freire:

“La enseñanza de Cristo no era ni podría ser la de quien, como muchos de nosotros, juzgándose poseedor de una verdad, buscaba imponerla o simplemente transferirla. Él mismo verdad, verbo que se hizo carne, historia viva, su pedagogía era el testimonio de una presencia que contradecía, que denunciaba y anunciaba.

Verbo encarnado, él mismo verdad, la palabra que de él emanaba no podía ser una palabra que, una vez dicha, de ella se dijese que fue, sino una palabra que siempre estaría siendo. Esta palabra jamás podría ser aprehendida, y no sería aprehendida si no fuese igualmente por nosotros “encarnada”.

De ahí la invitación que Cristo nos hizo y porque nos hizo sigue haciéndonos: la invitación a conocer la verdad de su mensaje en la práctica de sus más mínimos pormenores. Su palabra no es sonido que vuela: es PALABRACCIÓN.

Se puede conocer los Evangelios si los recibo como palabras que puramente “aterrizan” en mi ser o si considerándose un espacio vacío, pretendo rellenarlo con ellas. Esta sería la mejor manera de burocratizarla la Palabra, de vaciarla, de negarla de robarle el dinamismo del eterno estar siendo para transformarla en la expresión de un rito formal. Por el contrario, conozco los Evangelios, bien o mal, en la medida en que bien o mal, los vivo. (Conocer, practicar, enseñar los Evangelios, Ginebra 1977)

8. Un estudio bíblico desde la perspectiva de la misión integral: “Anda entonces y haz tu lo mismo”

Encontremos nuevas enseñanzas e inspiración en este pasaje tan conocido pero que esconde mucha enseñanza:

 En esto se presentó un experto en la ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta

—Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Jesús replicó:

—¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú?

 Como respuesta el hombre citó:

—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

28 —Bien contestado —le dijo Jesús—. Haz eso y vivirás.

29 Pero él quería justificarse, así que le preguntó a Jesús:

—¿Y quién es mi prójimo?

30 Jesús respondió:

—Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. 32 Así también llegó a aquel lugar un levita y, al verlo, se desvió y siguió de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. 34 Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. 35 Al día siguiente, sacó dos monedas de plata[c] y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva”. 36 ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

37 —El que se compadeció de él —contestó el experto en la ley.

—Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.           Lucas 10:25-37 (NVI)